Es un viaje de dos horas y media en avión, con una parada de 45 minutos en la ciudad de Guayaquil. Se encuentran a la misma latitud que el Ecuador… posiblemente por esto el encanto y belleza de ellas. No todos los ecuatorianos las conocen, a pesar de ser dignas de visitarlas. Sus paisajes, flora y fauna son algo incomparable. No hay otro lugar en el mundo como estas islas. Además, no se puede dejar de lado la calidez y amabilidad de su gente, los galapagueños son de lo más amigables, hospitalarios y cálidos.
La mayoría de personas que viajan a este particular destino, llegan directamente a la isla Santa Cruz, capital comercial del archipiélago, más no su capital oficial. Santa Cruz es la isla con más población y actividad turística. Es desde aquí desde donde salen todos los barcos grandes y cruceros para recorrer las islas. Pero, para quienes deciden quedarse en Santa Cruz, los atractivos son igualmente espectaculares.
Empezando por la ciudad y su organización. En Santa Cruz todavía se camina para ir de un lado a otro y el mejor vehículo es la bicicleta. Claro que también hay automóviles, en su mayoría camionetas, que son los taxis oficiales de la isla. La ciudad tiene una calle principal, a lo largo del puerto, llamado Puerto Ayora, en donde se encuentran agencias de turismo, restaurantes, cafeterías, discotecas, almacenes y hasta la famosa Pelican Bay, el pequeño puerto donde llegan los pescadores y cuentan con un lugar propio para cortar y vender su pescado. ¿Por qué es famosa? Porque cuando llegan los pescadores, a este lugar llegan también pelícanos, garzas blancas y grises, lobos de mar, piqueros de patas azules y hasta mantarayas! Es algo sin igual, que a toda persona maravilla.
Saliendo por el mar, a 5 minutos del puerto, se encuentra la famosa Playa de los Alemanes. Es una punta de la isla en la que, después de caminar 8 minutos, se llega a una playa de arena blanca y fina. En esta playa también se encuentra el primero eco-hotel del país, Finch Bay Ecohotel. La denominación Eco bien podría pasarse por alto, pero dejo al lector que decida qué tan ecológico puede ser un hotel de la categoría del Finch en un Parque Nacional... Adentrándose en la isla, se encuentra el camino a Las Grietas. Las Grietas son una abertura entre las paredes de las islas, mismas que forman una entrada de agua de mar tan clara, que se ven las rocas en la profundidad. Es una caminata de aproximadamente 15 minutos, en un camino de lava tan caliente que emana calor a cada paso.
Si se quiere cambiar un poco el paisaje marino se puede ir hacia la parte alta de Santa Cruz, hacia los poblados de Bellavista y Santa Rosa. En estos lugares se encuentra un cambio drástico respecto al clima y vegetación. La parte alta de la isla es húmeda, con neblina y es tan verde y fértil que se puede cosechar todo tipo de frutas y verduras. Pasando estos poblados, se llega a dos cráteres volcánicos conocidos como Los Gemelos. Son dos cráteres casi idénticos, que se encuentran a los lados de la carretera. Son llenos de arbustos pequeños y de una amplitud escalofriante. El contraste de la parte alta de la isla con la parte baja es impactante, y tan extraño que realmente llama la atención.
No se pueden abarcar todos los atractivos de Galápagos en un solo intento. No se puede explicar el contraste que existe en el archipiélago sino se conoce las islas personalmente. Es de los pocos paraísos que quedan en el planeta, es hora de cuidarlo.
La mayoría de personas que viajan a este particular destino, llegan directamente a la isla Santa Cruz, capital comercial del archipiélago, más no su capital oficial. Santa Cruz es la isla con más población y actividad turística. Es desde aquí desde donde salen todos los barcos grandes y cruceros para recorrer las islas. Pero, para quienes deciden quedarse en Santa Cruz, los atractivos son igualmente espectaculares.
Empezando por la ciudad y su organización. En Santa Cruz todavía se camina para ir de un lado a otro y el mejor vehículo es la bicicleta. Claro que también hay automóviles, en su mayoría camionetas, que son los taxis oficiales de la isla. La ciudad tiene una calle principal, a lo largo del puerto, llamado Puerto Ayora, en donde se encuentran agencias de turismo, restaurantes, cafeterías, discotecas, almacenes y hasta la famosa Pelican Bay, el pequeño puerto donde llegan los pescadores y cuentan con un lugar propio para cortar y vender su pescado. ¿Por qué es famosa? Porque cuando llegan los pescadores, a este lugar llegan también pelícanos, garzas blancas y grises, lobos de mar, piqueros de patas azules y hasta mantarayas! Es algo sin igual, que a toda persona maravilla.
Saliendo por el mar, a 5 minutos del puerto, se encuentra la famosa Playa de los Alemanes. Es una punta de la isla en la que, después de caminar 8 minutos, se llega a una playa de arena blanca y fina. En esta playa también se encuentra el primero eco-hotel del país, Finch Bay Ecohotel. La denominación Eco bien podría pasarse por alto, pero dejo al lector que decida qué tan ecológico puede ser un hotel de la categoría del Finch en un Parque Nacional... Adentrándose en la isla, se encuentra el camino a Las Grietas. Las Grietas son una abertura entre las paredes de las islas, mismas que forman una entrada de agua de mar tan clara, que se ven las rocas en la profundidad. Es una caminata de aproximadamente 15 minutos, en un camino de lava tan caliente que emana calor a cada paso.
Si se quiere cambiar un poco el paisaje marino se puede ir hacia la parte alta de Santa Cruz, hacia los poblados de Bellavista y Santa Rosa. En estos lugares se encuentra un cambio drástico respecto al clima y vegetación. La parte alta de la isla es húmeda, con neblina y es tan verde y fértil que se puede cosechar todo tipo de frutas y verduras. Pasando estos poblados, se llega a dos cráteres volcánicos conocidos como Los Gemelos. Son dos cráteres casi idénticos, que se encuentran a los lados de la carretera. Son llenos de arbustos pequeños y de una amplitud escalofriante. El contraste de la parte alta de la isla con la parte baja es impactante, y tan extraño que realmente llama la atención.
No se pueden abarcar todos los atractivos de Galápagos en un solo intento. No se puede explicar el contraste que existe en el archipiélago sino se conoce las islas personalmente. Es de los pocos paraísos que quedan en el planeta, es hora de cuidarlo.